Resumen
El estrés, auténtica epidemia de esta época, tiene efectos nefastos y crueles en nuestra vida, entre ellos la angustia y la irritabilidad más extremas. Demasiado inmersos en obligaciones y problemas de todo tipo, llegamos incluso a poner en peligro nuestro equilibrio interior y nuestra vida social, familiar y profesional, lo que nos lleva a la insatisfacción y la depresión. ¿Cómo remediar el problema? Hay que hacer borrón y cuenta nueva, mirar las cosas con perspectiva, detener esa absurda carrera a contrarreloj en la que a veces nos empeñamos, establecer prioridades. Y luego aprender a resistir a las presiones, las manipulaciones y los falsos alarmismos.<