Resumen
Su color de piel le causa pena a la ratoncita Grisela. Tiene que hacer algo. Se pinta de rojo pero se burla la oca. Se pinta de verde pero se burla la rana. Se pinta de amarillo pero se burlan los pollitos. Se pinta de lunares pero se burlan las mariquitas. Se pinta a rayas y es la cebra quien ahora se burla. Tampoco es afortunada su idea de cubrirse con flores. Por fin halla su color y esta vez conoce un amigo que la hace sentirse la ratoncita más feliz del mundo.<