Resumen
Hay libros que son objetos de arte. Hablo del gusto moderno por la obra cuidada y primorosa, por el libro artístico, como estos Haikus de la Alhambra de Francisco Acuyo, iluminados por las espléndidas fotografías del eximio catedrático granadino Francisco Fernández.Poeta de línea tersa y clásica factura, Acuyo nos descubre una veta nueva inspirada en sus lecturas de poesía china y japonesa. Con aquella milenaria tradición comparte el carácter integrador de la poesía, sin los dualismos perturbadores de cuerpo y espíritu, intelecto y corazón, materia y forma. Es un impulso creativo totalizador el que mueve los versos de Acuyo, sin dejar de reconocer su duda con la tradición poética española, «donde se alcanzaron cotas insuperables de fuerza, gracia y expresividad». Conviene agregar que el sentido integrador del que hablamos lo es también en este libro de poesía y fotografía artística, que conviven en perfecta armonía. Ojo y oído invitados «a nutrirse de forma mutua». Se añade a lo dicho el suntuoso marco natural inspirador de los poemas y las imágenes: la Alhambra granadina y su entorno, que comparte con la poesía oriental «la sensibilidad y atención a la belleza como fuente indiscutible de verdad».<