Resumen
Se ha afirmando que el montañismo es algo más que un simple deporte. (...) Partiendo de estos parámetros, resulta evidente que los relatos de las incursiones del ser humano en el espacio alpino deban de ser, asimismo, algo más que la simple narración de unos hechos.
Éste es el credo literario-montañero de Antxon Iturriza, y Montañas de papel, la prueba fehaciente de que el autor es fiel a sus principios.
Uno de nuestros más destacados periodistas e historiadores alpinos sabe como pocos despertar en el lector los más variados sentimientos y las más intensas emociones. El que se adentre en sus narraciones, seguramente se sorprenderá ante la historia del barbudo periodista que relató al mundo la conquista del Everest en 1953, y que se convirtió más tarde en... una elegante señora. Experimentará sobrecogimiento al contemplar el paisaje inexplorado de la lejana Cordillera Sarmiento y melancolía al encontrarse con algunos de los entrañables personajes de las montañas, hoy cada vez más habitantes del pasado. Sonreirá divertido cuando conozca el estado de los miembros de los miembros de la expedición vasca al Everest y los horarios de los trenes del Khumbu. Finalmente, no podrá evitar un pinchazo de dolor al revivir la pérdida de seres tan queridos como Míriam García Pascual y Félix Iñurrategi.
Detrás de todas estas vivencias estará el mago Antxon, frotándose las manos, porque sus misteriosas pociones de palabras y silencios han funcionado, llevándonos una vez más a aquella cumbre que, como ya sabemos, nunca es dos veces la misma.
